Café Geisha de altura, cultivado bajo sombra en la región del Cusco, con procesos rigurosos que garantizan la calidad de un café de especialidad. Su tueste medio prolongado resalta un equilibrio delicado con notas de maracuyá, toffee, pasta de cacao y frutas tropicales. Presenta un sabor cítrico y vinoso, con acidez cítrica y málica.
Este perfil excepcional es el resultado de una fermentación anaeróbica de 240 horas en biorreactores, donde se controlan variables como tiempo, temperatura y acidez. Posteriormente, se somete a un secado prolongado con cobertura para preservar su calidad y complejidad.